Si te gusta la soldadura o directamente te dedicas a ella, seguramente que más de una vez te has preguntado… ¿cuántos tipos de soldadura existen y cómo se realmente cuál es el idóneo para cada tipo de trabajo?
Estas son preguntas muy comunes que todo el mundo se ha llegado a hacer en más de una ocasión. La técnica de soldadura más antigua es la que se logra por medio del calor necesario para fundir dos metales entre sí logrando su unión cuando estos se han enfriado. Sin embargo, con el paso de los años, han ido apareciendo numerosas nuevas técnicas que son más apropiadas que otras dependiendo el material que queramos trabajar, el coste, tipo de resultado final que queramos obtener…
A continuación, nombraremos algunos de los tipos de soldadura más comunes y explicaremos cuál es su funcionamiento y sus principales utilidades. Debemos recordar que la soldadura es una actividad de riesgo por ello, recomendamos siempre la mejor protección para soldar como por ejemplo una buena careta de soldar y unos guantes de soldar que nos protejan las manos de posibles chispas y quemaduras.
Pero, antes de nada, ¿Qué es la soldadura? Hablamos de soldadura cuando nos referimos a la fusión y unión de dos o más materiales mediante el uso de calor, con el fin de crear una unión sólida entre ellas.
Tipos de soldadura
Estos son algunos de los principales tipos de soldadura que se emplean en el mundo de la soldadura.
Soldadura por arco eléctrico
Uno de los tipos de soldadura más usados por los soldadores, este tipo de soldadura eléctrica utiliza una fuente de energía eléctrica para conseguir derretir los metales fácilmente. Dentro de este tipo de soldadura podemos incluir:
- Soldadura TIG
- Soldadura MIG
- Soldadura mig mag
- Soldadura por electrodo
Soldadura láser
En este proceso, mediante un potente láser funde una superficie o material con el fin de unirlo con otro, normalmente los materiales que se trabajan son metales o plásticos. Una gran ventaja es que son equipos muy fáciles de programar y configurar, para usarse no se necesita una gran experiencia por parte del soldador y son fáciles de adaptar a cada trabajo.
La soldadura láser tiene un poder de penetración de hasta 5 mm, con capacidad de soldar a altas velocidades consiguiendo soldaduras muy rápidas y eficaces. Otra ventaja muy interesante es la poca generación de humos que produce este tipo de soldadura, a pesar de ello, recomendamos llevar siempre una buena mascarilla para prevenir posibles problemas de salud, no deja marcas de soldadura y elimina la necesidad de pulir después del proceso de soldadura lo que nos ahorra mucho tiempo.
La soldadura láser es óptima para la fabricación de piezas unitarias grandes, series grandes y con buenos acabados, para la industria del ferrocarril o para piezas para la industria aeronáutica, por ejemplo.
Soldadura con gas o soldadura autógena
La soldadura autógena fue uno de los primeros procesos de soldadura de fusión que se desarrollaron durante muchos años, sin embargo, en la actualidad, la soldadura por arco ha ido ganando protagonismo y es la más usada por los soldadores.
La soldadura autógena se usa para soldadura fuerte y blanda, así como para el corte de acero.
La soldadura oxiacetilénica es un tipo de soldadura autógena. Para su funcionamiento se usa un soplete alimentado de gas y oxígeno como combustible, este es capaz de soportar temperaturas mu elevadas y crea una llama constante capaz de fundir los metales. Mediante esta técnica podremos soldar cobre, acero, aluminio… la soldadura autógena tarda mucho en enfriarse y tiene un bajo costo.
