Desde hace unos meses, se han hecho muy populares los nuevos equipos de soldadura con láser. Entre sus ventajas se habla de la facilidad de uso o también de la velocidad de trabajo. Pero muy poco se ha dicho de los riesgos laborales que conlleva el uso de un láser para soldadura. ¿Qué riesgos para la salud conlleva el uso de un láser para la soldadura? o ¿Cuáles son las normativas de aplicación? son algunos de los temas donde menos información se da.
¿Qué tipo de láser se usa para la soldadura láser?
En primer lugar, tenemos que definir el láser utilizado para la soldadura: un equipo láser para soldadura se fabrica con la última generación de láseres de fibra con onda continua. Su longitud de onda está entre los 1030 y 1080 Nm y las potencias suelen ser desde los 1000W.
Su clasificación es clase 4 siendo el nivel más alto y más peligroso para el ser humano tanto para los ojos como para la piel.
Estos láseres requieren que cualquier usuario o persona de su alrededor tenga protección tanto del haz como de los reflejos difusos del rayo láser.
Por ello es imprescindible llevar la protección adecuada de manera permanente, aunque el trabajador no entre en contacto directo con el haz del láser.
¿Cómo protegerme de la luz producida durante la soldadura láser?
La evaluación de los riesgos deberá contemplar tantos medios de protección colectiva como medios de protección individual para el operario.
Medios de protección colectiva
Siendo tanto el haz como los reflejos difusos del rayo láser peligrosos para los ojos como la piel, en primer lugar, habrá que delimitar la zona de soldadura láser con separaciones o cabinas homologadas para evitar un posible daño al personal en las inmediaciones del puesto donde se realiza la soldadura.
Un sistema láser debe diseñarse e instalarse de tal manera que la radiación nociva no sea accesible en todas las circunstancias. Esto significa que fuera de una cabina o sistema de protección láser no se deben superar los niveles máximos de irradiancia permitidos para los ojos y la piel.
Cabe remarcar que, además, durante un proceso de soldadura con láser, no deberían estar más personas presentes sin los correspondientes Equipos de Protección Individual adecuados y certificados para tal actividad.
Existe la posibilidad de poner unas ventanas con materiales específicos para poder controlar los procesos de fabricación desde el exterior. Dichas ventanas deben cumplir y estar certificadas según la EN 12254. Pueden consultar con Dacar medidas.
Medios de protección individual
Para la protección ocular y facial, no existe, hoy en día, una normativa específica a caretas de soldadura para la protección láser. En su defecto, se debe optar por la combinación de una careta de soldadura convencional que cumpla con la EN175 (o ISO16321-2) junto con unas gafas de protección láser o un filtro que cumplan con la EN207.
EN 207 es la norma europea para gafas de protección láser. Cualquier protección ocular láser vendida dentro de la Comunidad Europea debe estar certificada y etiquetada con la marca CE. Según esta norma, las gafas de seguridad para láser no sólo deben absorber la luz láser de una longitud de onda determinada, sino que también deben poder resistir un impacto directo del láser sin romperse ni derretirse, tanto el filtro como la montura.
El nivel de bloqueo se cuantifica por la Densidad Óptica (OD) del filtro, pero no puede considerarse por sí solo. La absorción de luz bloqueada puede causar daños al material del filtro o al marco.
La calificación LB está en la misma escala que OD, pero tiene prioridad sobre ella. La calificación LB contempla tanto la protección ofrecida por la lente como la de la montura.
Por lo tanto, según la norma europea EN207:2017, debes fijarte en la clasificación LB, que garantiza que un material debe durar al menos 5 segundos para un láser de onda continua, o 50 pulsos para un láser pulsado.
La norma EN207 establece 10 niveles de protección que van desde LB1 a LB10 siendo el nivel de protección ascendente de 1 a 10. A mayor cifra, mayor protección.
En el caso de la soldadura láser, teniendo en cuenta las características técnicas descritas anteriormente, según la EN207 se puede establecer los siguientes niveles mínimos de protección:
-Para láseres de hasta 1500 W: LB5 y con una densidad óptica (OD) de 7 o más
-Para láseres de más de 1500 W: LB6 y con una densidad óptica (OD) de 8 o más
Un ejemplo de marcado según la EN207:2017 se podría leer D 900–1100 LB6.
Aquí, la letra D indica el modo de trabajo del láser, en este caso un modo continuo. El rango 900–1100 indica el rango de longitud de onda en nanómetros. Finalmente, el número de escala LB6 indica un límite inferior para la densidad óptica, es decir, la transmitancia dentro de este rango de longitud de onda es inferior a 10-6.
Dacar pone a su disposición 2 opciones de gafas de protección láser para usar por debajo de su careta de soldar y en función de la potencia del láser:
Para láseres de hasta 1500 W: Modelo YHP-2 con un nivel de protección LB5 y con una densidad óptica (OD) de 7.
Para láseres de más de 1500 W: Modelo RTD-5 con un nivel de protección LB6 y con una densidad óptica (OD) de 8+.
Puede optar también por usar una careta de soldadura con protección láser. A día de hoy, no habiendo norma específica para tal producto, se pueden encontrar caretas de soldar convencionales que tengan aparte una lente adicional con certificación EN207. Nuestra propuesta: Careta DC-4 LASER.
La careta DC-4 LASER incorpora el filtro RTD-5 certificado con el nivel de protección LB6 y una densidad óptica (OD) de 8+ que ofrece la misma protección que la gafa RTD-5 pero con, además la protección facial frente a la luz difusa de la soldadura.
Además de llevar protección facial y ocular, el operador deberá llevar también ropa, guantes y calzado adecuado. Lamentablemente, para esas prendas, para tareas de soldadura con sistemas láser no hay normas específicas hasta la fecha.
Las normativas para para la ropa de protección más parecida podría ser la norma EN ISO 13688:2013/A1:2021 que especifica los requisitos generales para la ropa de protección junto con la norma EN ISO 11611:2015 específica a la ropa de protección utilizada durante el soldeo y procesos afines.
En cuanto a los guantes, del mismo modo, al no existir normativa específica, las que habrá que tener en cuenta son las EN 12477:2002/A1:2005 relativa a los guantes de protección para soldadores. A notar que dichas prendas no deben entrar en contacto directo con el haz del láser bajo ningún concepto.
A raíz de esta observación, debiera restringirse al máximo las actividades que implicasen la utilización de un E.P.I. de estas características y que no ha sido diseñado ex – profeso para tal fin.
Debe quedar claro que esta ropa no es un elemento de protección óptimo para este tipo de riesgo, y que solo ofrecería una protección relativa y seguramente insuficiente.
Dacar ofrece una amplia gama de prendas que podrían recomendarse.
Caben destacar varios elementos como por ejemplo la chaqueta de cuero modelo COMFORT. Certificada según las normas CE EN ISO 13688:2013/A1:2021 y EN ISO 11611:2015 nivel A1, clase 2, la chaqueta soldador de cuero Comfort cumple con los estándares de protección contra salpicaduras de metal fundido, contacto con una llama durante cortos periodos de tiempo, calor radiante y minimiza la posibilidad de un pequeño choque eléctrico o contacto accidental con conductores eléctricos de hasta 100V DC en condiciones normales de soldadura.
En cuanto a guantes, Dacar ofrece el nuevísimo modelo G8CP_ consistente en unos guantes de soldador anti corte que ofrecen una gran seguridad gracias a su forro aislante térmico y anti corte en Kevlar sin renunciar a la comodidad por su gran flexibilidad y tacto.
Gracias a su certificación anticorte, esos guantes podrán ser usados para soldar pero también para la manipulación de chapas o cualquier pieza metálica que pueda suponer un riesgo de corte al manipularlas.
Los guantes de soldador G8CP_ cumplen con las normas EN 12477:2001+A1:2005 TYPE B, EN 407:2020 413X4X, EN 388:2016 + A1:2018 3X32D así como EN ISO 21420:2020 Cat. II
En cuanto al calzado adecuado, al no disponer de dichos artículos, Dacar recomienda consultar con un especialista en ese tipo de EPI.
En conclusión, la soldadura láser es seguramente un gran avance tecnológico en el mundo de la soldadura, pero, desgraciadamente, no carece de riesgos. Riesgos muy elevados de hecho para los trabajadores. La falta de legislación en materia de seguridad para el manejo de dichos equipos debe preocupar a los operarios y deben tener el máximo cuidado en su utilización para evitar posibles accidentes con consecuencias irreversibles. Mientras no existan normativas que definan claramente los riesgos y la forma de prevenir accidentes, será labor de cada uno buscar las soluciones más efectivas para minimizar al máximo los riesgos.