Los riesgos existen, eso lo sabemos todos, la protección del soldador y de su entorno es imprescindible, por ello, una buena protección individual y colectiva en el ámbito laboral puede disminuir de forma muy eficaz los peligros que rodean el día a día de un trabajador. En este apartado encontraréis información sobre cómo es la mejor forma de protegerte y qué productos son los adecuados para afrontar con la máxima seguridad un día de trabajo. En este caso, en primer lugar, no puede faltar nuestra careta de soldar.
Comencemos diciendo que soldar implica riesgos. Además de todos los comunes a la mayoría de trabajos del sector industrial: caídas de objetos pesados, roturas en manos y pies a causa de una fuerte caída, quemazos, daños cervicales… los propios de la profesión.
Podemos clasificarlos en tres grandes categorías:
- Radiación luminosa peligrosa.
- Producción importante de humos y vapores metálicos altamente tóxicos.
- Proyección de partículas de metales fundidos.
Protección de los ojos, de la piel y de las vías respiratorias
Si se analiza el espectro de luz producida por un arco eléctrico de soldadura, veremos una importante cantidad de luz ultravioleta, luz azul, así como infrarroja.
Los infrarrojos son dañinos para el soldador, pero no se expanden mucho de su punto de emisión. Sin embargo, los rayos UV y la luz azul sí tienen un largo alcance y por ello será imprescindible, para proteger a los trabajadores del entorno del soldador, el uso de cortinas de soldadura o algún tipo de división del puesto de trabajo que impida la propagación de esos rayos nocivos. Para ello existe una norma que regula ese tipo de elementos de protección colectiva: ISO25980:2014
La norma internacional ISO25980:2014 anula y sustituye la norma EN1598:2012, y especifica los requisitos de seguridad para las cortinas, lamas y pantallas transparentes utilizadas para la protección de los lugares de trabajo cercanos a zonas donde se utilizan procesos de soldeo por arco. Estos elementos están destinados a proteger al personal que no está involucrado en el proceso de soldadura del peligro de las emisiones de radiación y de las proyecciones producidas por el arco de soldeo. Establece, entre otros, los valores de transmitancia de luz, reflectancia, así como la resistencia a la combustión permitidos. Establece además un factor de riesgo que no puede ser en ningún caso superior a 1.
En cuanto al soldador, una exposición prolongada a los rayos nocivos de la soldadura producirá quemaduras en la piel y puede conllevar daños irreversibles no sólo en la piel del soldador sino, también, en sus ojos. Por ello, el soldador debe tener todas las partes de su cuerpo protegidas de la radiación lumínica producida por la soldadura, nuestra recomendación es disponer de una careta de soldadura profesional como por ejemplo el modelo DC-2. Y no sólo de la luz sino también debe estar protegido contra las proyecciones de la soldadura, en su mayoría compuestas por partículas de metal fundido. Por ello, el soldador deberá llevar guantes de soldadura, calzado y ropa que resista esas circunstancias.
En cuanto a la protección del rostro del soldador, las caretas de soldadura son un elemento fundamental. No sólo deben proteger la piel del soldador sino también uno de los principales sentidos sensoriales que tiene el hombre: su vista.
Para garantizar la protección del rostro y de los ojos de un soldador es condición imprescindible que la careta de soldadura utilizada cumpla con las exigencias de la normativa europea EN175:1997 y que el ocular cumpla, también, con la norma de aplicación.
Hoy en día se pueden encontrar dos categorías de filtros oculares: los llamados filtros pasivos, que son los de cristal mineral, y los filtros con un tono más o menos oscuro, también conocidos como cristales inactínicos. A mayor oscuridad, mayor filtración de los rayos nocivos. Son de uso común los filtros pasivos con tonos que van desde el 9 hasta el 14. Estos filtros están sometidos a la norma europea EN169:2003. Otra opción de filtro para equipar una careta de soldar, opción que se va generalizando cada día más, es la de los filtros electrónicos de oscurecimiento automático cuando se activa el arco de soldadura. En ese caso será imprescindible que dicho filtro cumpla con la norma europea EN379:2004+A1:2010.
El proceso de soldadura, aparte de generar unas emisiones de luz dañina importante así como proyecciones de metales fundidos en forma de chispas o motas, conlleva una elevada producción de humos. Esos humos de soldadura son también un problema muy a tener en cuenta.
La fuerte elevación de temperatura de los metales soldados hace que parte de esos metales en forma de diminutas partículas sólidas se elevan y se quedan en suspensión en el aire formando así esos humos muy tóxicos.
Por ello será necesario prever elementos destinados a eliminar esos humos, prevaleciendo siempre los elementos colectivos ya que el humo se disipará en la totalidad del espacio disponible afectando al conjunto del personal localizado en las inmediaciones del lugar donde se realiza la soldadura.
Para ello existen varias opciones como pueden ser los extractores de humos fijos o con brazos orientados al cordón de soldadura. Recordamos que por motivos medio-ambientales, siempre será recomendable (si no obligatorio) usar dispositivos que filtren los humos restituyendo el aire limpio al interior del mismo edificio.
Dacar dispone de una de las más completas gamas de equipos de protección respiratoria contra los humos de soldadura desde las mascarillas hasta los equipos moto-ventilados con presión positiva pasando por equipos con aportación de aire a través de una red de aire comprimido.